Ésta es una receta muy muy sencilla, lo complicado es encontrar un tomate de la calidad de éste. Recién recogido del huerto, de la variedad "Rosa de Barbastro", muy dulce y de pulpa jugosa, que, con un buen chorro de aceite de oliva virgen y un poquito de sal, impresiona hasta al paladar más exigente.
Si tenéis oportunidad, a mediados de agosto es su temporada cumbre :)