Esta receta, cuando la hice, me hizo retornar a mi infancia y rememorar olores y texturas casi olvidadas. Siento que me transporta a la cocina de nuestra primera casa, cuando mis padres cocinaban hortalizas recién cogidas del huerto, en aquella cocinilla de butano, mientras yo pintaba dibujos en mi pupitre,... ¡qué tiempo tan feliz!
Su sabor es dulce y fuerte y su textura suave y crujiente. Es un plato riquísimo y económico que recomiendo hasta al paladar más exigente.
Su sabor es dulce y fuerte y su textura suave y crujiente. Es un plato riquísimo y económico que recomiendo hasta al paladar más exigente.
En cuanto al modo de preparación, es muy sencillo. Únicamente hay que reservar el agua sobrante de hervir los bisaltos y añadir dos cucharadas y media de sémola de arroz por litro. Se sirve con unos picatostes de pan frito y un chorro de aceite de oliva virgen extra. Que aproveche!
No hay comentarios:
Publicar un comentario